Con verso sencillo y modesto,
trato de describir lo que es esto.
Pero no confundas mi verso humilde,
en las palabras del embustero con su cambio de tilde.

Este verso que nace igual en primavera que en invierno,
porque es un verso que desafía al infierno,
buscando tus labios de locura y ensueño,
como quien busca entero un universo.

Pero no diré en mis estrofas tu nombre,
no creas que por ser poco hombre;
considero esto como un juego desalmado,
donde pierde el que más ha amado.

Así, teniendo lejana tu silueta,
suelo confundir tu mirada con mi estrella.
No habrá cosa más limpia y más profunda,
que este sentimiento de mi alma moribunda.

Pero te amaré en silencio, sólo con mis versos,
soñando cada día y noche con tus besos.
Buscando un día, uno de tantos, acercarme,
y vencer la osadía de enamorarte.

Arquieta